Crece la tensión entre Estados Unidos y Venezuela
La relación entre Estados Unidos y Venezuela atraviesa uno de sus momentos más delicados de los últimos años. En las últimas horas, el presidente estadounidense elevó el tono y lanzó una advertencia directa al gobierno de Nicolás Maduro, asegurando que su país “puede hacer las cosas por las buenas o por las malas”, dejando en claro que la vía diplomática sigue abierta, pero bajo una fuerte presión política y militar.
Washington reforzó su presencia en el Caribe y en el Atlántico, argumentando riesgos vinculados al narcotráfico y a estructuras criminales asociadas al poder venezolano. En este contexto, la frase de la Casa Blanca, “todas las opciones están sobre la mesa”, reavivó temores sobre sanciones más duras e incluso medidas coercitivas en el corto plazo.
La respuesta de Caracas no tardó en llegar. Desde el Fuerte Tiuna, Nicolás Maduro encabezó un acto rodeado de militares y funcionarios, donde buscó mostrar cohesión y fuerza interna. Allí llamó a civiles, policías y Fuerzas Armadas a alinearse sin condiciones y lanzó un mensaje que encendió las alarmas: “Si la patria reclama, la patria tendrá nuestra vida, si es necesario”.
El mandatario ordenó activar estructuras civiles y militares en todo el país y pidió disciplina total para “defender cada palmo del territorio de cualquier agresión imperialista”. El acto finalizó con una movilización oficialista que buscó reforzar la imagen de un bloque unido ante la presión internacional.
