Emprendedor bloqueado en Cañadón Seco: “La comuna me cerró las puertas”
Alberto Castelli, vecino de Caleta Olivia que quedo sin trabajo, denunció en INFORADIO que la Comisión de Fomento de Cañadón Seco le impide habilitar su lavadero, un importante emprendimiento familiar en un predio de varias hectáreas, cerca del edificio comunal. Tras invertir millones en limpieza, arreglar galpones y poner tanques, enfrenta trabas desde el fallecimiento de Marcelo Soloaga en mayo de 2025, cuando Carlos Lisoni asumió interinamente y debe convocar elecciones en 90 días. “La comuna totalmente me cerró las puertas, me pone trabas, no me deja avanzar”, contó Castelli, al revelar que le exigen ceder el terreno, prestado por un accionista privado.
El predio, abandonado y cubierto de maleza cuando Castelli llegó hace seis meses, fue rescatado con maquinaria propia y una suma cercana a los dos millones y medio en tanques y desagotes. “Traje maquinaria, limpié todo el predio completo porque esto estaba totalmente abandonado”, explicó. Pidió habilitación comercial, pero la comuna alega deudas del terreno y exige un “cese de terreno” total. “No lo puedo hacer, porque a mí me lo pasaron de calidad de préstamo para que yo pueda emprender”, insistió, pese a certificados de bomberos y AFIP en regla.
Castelli, ex petrolero desempleado, lamentó el impacto: “Eran tres familias, lamentablemente a dos muchachos que se quedaron en su casa”. Generaría cuatro o cinco puestos locales, el 30% como exige la comuna, pero sin habilitación sobrevive lavando autos particulares. “No pido subsidios, planes, nada, solamente quiero que me dejen trabajar como corresponde”, dijo. Acusó favoritismo: un vecino nuevo obtuvo todo en una semana, mientras él espera meses.
El conflicto surge en un Cañadón Seco tensionado por la sucesión post-Soloaga, con Lisoni al frente hasta elecciones legislativas del 26 de octubre. Castelli ve tinte político: “Si es por política, Dios mío, si el próximo presidente llega a ser quien está a tu lado, Dios mío, que Dios tenga piedad de Cañadón”. Denunció cortes de luz por servicios públicos y visitas policiales, como la de la directora de Comercio Belén Roa, que lo tildó de usurpador pese a las llaves entregadas por el dueño.
“No espero nada de la comuna porque las personas que están son unas personas muy cerradas”, confesó Castelli, que sueña con mudarse y sumar gomería. “Lo único que les importa es que les pagues, les pongas plata”, agregó. Pidió apelar al corazón: “Si se les habla en el corazón y piensan que también son padres, que son madres y piensan en los hijos, bueno que también se acuerden de mí, que yo también soy papá tengo hijos y una familia para seguir manteniendo”.
