
Se reglamentó la Ley Provincial de Epilepsia: un paso clave para garantizar derechos y tratamientos
La reciente reglamentación de la Ley Provincial de Epilepsia N° 3896 representa un avance fundamental para las personas que conviven con esta condición neurológica y sus familias. Así lo expresó Lorena Echeverría, referente local de la ONG Epilepsia Tigre, durante su visita a medios de comunicación para visibilizar la importancia del nuevo marco legal.
“La epilepsia no es una discapacidad en sí, pero puede dejar secuelas como el retraso madurativo, y eso genera una discapacidad. Esta ley permite que las familias accedan a respuestas concretas desde el sistema de salud y la seguridad social”, explicó Echeverría, quien lleva casi cinco años participando activamente en la ONG tras el diagnóstico de su hija, que padece epilepsia desde el nacimiento.
Gracias a su impulso desde la sede local de la organización, se logró presentar el proyecto a la diputada por pueblo Patricia Urrutia, quien apoyó la iniciativa y acompañó su tratamiento hasta lograr su sanción. “El 12 de junio se aprobó y fue reglamentada en conjunto con la Ley Nacional 25.404. Esto asegura cobertura por parte de obras sociales, acceso a medicación, tratamientos y derivaciones, algo fundamental en lugares como Caleta, donde no hay neurólogo infantil”, detalló.
Uno de los problemas más graves que enfrentan las familias es la escasez de medicación y las trabas burocráticas que surgen cuando hay que traer medicamentos desde otras provincias. “Mi hija depende de una medicación que está en falta, y cada vez hay más obstáculos para que lleguen. Hay pacientes que toman más de una medicación, algunos bajo receta médica incluso cannabis, y un solo día sin tratamiento puede significar una convulsión o incluso un paro cardíaco. Ya hemos perdido niños, jóvenes y adultos de nuestra ONG por no contar con la medicación a tiempo”, advirtió Echeverría.
Además de los aspectos médicos, la referente destacó la necesidad de romper el silencio y los prejuicios en torno a esta enfermedad. “Hay muchas personas que tienen miedo de hablar de epilepsia, o creen que no es tan grave. Pero deberíamos ser más empáticos. Cualquiera puede necesitar esa medicación algún día”, concluyó.
La reglamentación de esta ley busca asegurar una mejor calidad de vida, acceso equitativo a tratamientos y mayor conciencia social, en una provincia donde aún falta mucho por construir en materia de salud neurológica.